miércoles, 27 de febrero de 2008

El maestro Sufi



El maestro Sufi contaba siermpe una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre entendían si sentido...


  • Maestro -lo encaró uno de ellos una tarde-. Tú nos cuentas los cuentos pero no nos explicas su significado...

  • Pido perdón por eso -se disculpó el maestro-. Permíteme que en señal de reparaciónte convide con un rico durazno.
  • Gracias maestro -respondió halagado el discípulo-.

  • Quisiera, para agasajarte, pelarte tu durazno yo mismo. ¿Me permites?

  • Sí. Muchas gracias -dijo el alumno-.
  • Te gustaría que, ya que tengo en mi mano el cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo...?
  • Me encantaría, ... pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro...
  • No es abuso si yo te lo ofrezco. Sólo deseo complacerte... Permíteme tambien que te lo mastique antes de dártelo...
  • No maestro. ¡No me gustaría que hiceras eso! - se quejó sorprendio el discípulo-.

El maestro hizo una pausa y dijo:

  • Si yo les explicara el sentido de cada cuento... sería como darles a comer fruta masticada.




Fuente: De la sabidruía sufi en Bucal Jorge, Cuentos para pensar, México, Océano, 2002

jueves, 21 de febrero de 2008

LO "IMPOSIBLE" ES A VECES LO "NUNCA INTENTADO"


Los japoneses siempre han gustado del pescado fresco. Pero las aguas cercanas a Japón no han tenido muchos peces por décadas.


Así que para alimentar a la población japonesa, los barcos pesqueros fueron fabricados más grandes y así pudieron ir mar adentro todavía más lejos. Mientras más lejos iban los pescadores, más era el tiempo que les tomaba regresar a la costa a entregar el pescado. Si el viaje redondo tomaba varios días, el pescado ya no estaba fresco.


A los japoneses no les gusta el sabor del pescado cuando no es fresco... Para resolver este problema, las compañías pesqueras, instalaron congeladores en los barcos pesqueros. Así podían pescar y poner los pescados en los congeladores. Además los congeladores permitían a losbarcos ir aún mas lejos y por más tiempo. Sin embargo, los japoneses pudieron percibir la diferencia entre el pescado congelado y el pescado fresco, y no les gusto el pescado congelado. El pescado congelado se tenía que vender más barato....


Así que las compañías instalaron tanques para los peces en los barcos pesqueros. Podían así pescar los peces, meterlos en los tanques, mantenerlos vivos hasta llegar a la costa de Japón. Pero, después de un poco de tiempo, los peces dejaban de moverse en el tanque. Estaban aburridos y cansados pero vivos. Desafortunadamente, los japoneses también notaron la diferencia del sabor. Porque cuando los peces dejan de moverse por días, pierden el sabor "fresco-fresco".


Los japoneses prefieren el sabor de los peces bien vivos y frescos, no el de los peces aburridos y cansados que los pescadores les traían...


¿Cómo resolvieron el problema las compañías pesqueras japonesas? ¿Cómoconsiguieron traer pescado con sabor de pescado fresco? Si las compañías japonesas te pidieran asesoría, ¿qué les recomendarías?


Tan pronto como alcanzas tus metas; Tales como empezar una nueva empresa, pagar tus deudas, encontrar una pareja maravillosa, o lo que sea. Tal vez pierdas la pasión. Ya no necesitarás esforzarte tanto, así que solo te relajas. Experimentas el mismo problema que las personas que se ganan la lotería, o el de aquellas personas que heredan mucho dinero y que nunca maduran, o el de las personas que se quedan en casa que se hacen adictos a los medicamentos para la depresión o la ansiedad.


Como el problema de los pescadores japoneses, la mejor solución es sencilla. Lo dijo L. Ron Hubbard a principios de los años 50. "Las personas prosperan, extrañamente más, solo cuando hay desafíos en su medio ambiente". Hubbard escribió en su libro -Los beneficios de los desafíos- "mientras más inteligente, persistente y competente seas, más disfrutas un buen problema". Si tus desafíos son del tamaño correcto, y si poco a poco vas conquistando esos desafíos, te sientes feliz. Piensas en tus desafíos y te sientes con energía. Te emociona intentar nuevas soluciones. Te diviertes, ¡te sientes vivo! Así es como los peces japoneses se mantienen vivos: para mantener el sabor fresco de los peces, las compañías pesqueras todavía ponen a los peces dentro de los tanques en los botes pesqueros.


Pero ahora ellos ponen también ¡un TIBURÓN pequeño! Claro que el tiburón se come algunos peces, pero los demás llegan muy, pero muy vivos... ¡Los peces son desafiados! Tienen que nadar durante todo el trayecto dentro del tanque, ¡para mantenerse vivos!! En lugar de evitar los desafíos, brinca hacia ellos y dales una paliza.


Disfruta el juego. Si tus desafíos son muy grandes o son demasiados, nuncate rindas. El fracaso te cansará aún más.


Mejor, reorganízate. Encuentra la determinación, la información, el conocimiento y la ayuda que requieras. Cuando alcances tus metas, proponte otras mayores. Una vez que satisfagas tus metas familiares, busca alcanzar las metas de tu grupo, tu comunidad, hasta de la humanidad completa. Nunca crees el éxito para luego acostarte sobre él. Tu tienes recursos, habilidades y capacidades para lograr lo que te sueñas, para hacer la diferencia, para lograr el cambio que te propones.


Así que, invita un tiburón a tu tanque, y descubre ¡qué tan lejos realmente puedes llegar!

miércoles, 6 de febrero de 2008

El efecto de los malos deseos


Cuenta un relato de lo que sucedio a paco, un niño e 8 años.


Un dia, despues de clase, entro enojado en su casa.

Su padre, al verlo entrar, lo llamo para charlar, antes de que su padre ablara algo, Paco le dijo irritado:


-papa, estoy con muchisima rabia y enojado con Joaquin. Su padre ,un hombre sencillo pero sabio, escuchaba a su hijo mientras seguia con su reclamo.


-Joaquin me humillo delante de mis amigos..!! Me gustaria que le pasara algo malo!!


El padre escucho callado mientras buscaba una bolsa de carbon. Llevo la bolsa hasta el patio y le dijo a paco:


-Hijo quiero hacerte una propuesta. Imaginemos que aquella camisa blanca que esta colgada es tu amigo Joaquin y que cada trozo de carbon es un pensamiento malo que tu le envias, quiero que tires este carbon en la camisa, dentro de un rato vuelvo para ver como quedo.


Al niño le parecio un juego divertido, la camisa estaba colgada lejos, y pocos trozos de carbon de los que tiraba paco daban en el blanco.


Al fin, el padre le pregunto.

-Hijo como estas ahora?


Paco le contesto:

-estoy cansado pero feliz, por que acerte muchos trozos de carbon en la camisa.


El padre miro a su hijo, que no entendia la razon de aquel juego, y le dijo.

-ven quiero que veas una cosa.


El hijo fue hasta el cuarto y se miro en un espejo, se dio un susto, no se reconocia, solo conseguia ver sus dientes y sus ojos. Estaba todo enegrecido y sucio.


Su padre entonces le dijo:

-viste que la camisa casi no se ensucio....,pero fijate en ti mismo.


Las cosas malas que deceamos a otras personas son como los trozos de carbon. Aunque consigamos molestar a alguien, nosotros quedamos mas manchados que ellos.


Cada cosa mala que hacemos, una groseria, una mentira, un insulto, una venganza, aunque nos haga sentir mejor, mancha nuestra alma y no nos hace mejores.